Los sofás se han convertido en una pieza única dentro de nuestro comedor, se busca diseño pero sobre todo comodidad.
No solo son usados para estar sentados, ¿A quien no le gusta tumbarse en el sofá y estar relajado?, ¿Y si viene una visita y tienes que habilitar una cama? sabias que, ¿ el 75 % de las personas lo utilizan para estar tumbados ? por este y otros motivo se ha incorporado los sistemas deslizantes siendo muy prácticos para nuestro hogar. Actualmente existen 2 tipos de deslizantes según su fabricación: sistema deslizante corto y sistema deslizante largo ¿Pero que diferencias existen?
En este breve resumen os explicamos las diferencias dependiendo el sistema de apertura:
Es la forma más tradicional de apertura, el asiento incorpora un mecanismo con ruedas que va introducido en un carril que lleva la estructura del sofá.
Una opción muy ventajosa son los que llevan unos puntos de anclaje entre el carril, este sistema lo deslizarás hasta la apertura que deseas o máxima. Por su modo de fabricación la apertura suele ser mas limitada que los deslizantes largos, siendo perfecto para estancias no muy grande. Si eres una persona que te gusta estar totalmente tumbado y tener apoyados los pies en mayor medida en el sofá te recomendamos un deslizante largo.
Suelen ser más económicos.
Son más estrechos de fondo (Aproximadamente 15 cm).
Con el deslizante totalmente abierto, suele colgar los pies. Siendo esta postura algo incómoda para un tiempo grande de descanso.
Con gran peso en la punta del deslizante, el sofá se puede inclinar hacia delante.
Es un sistema muy novedoso en las aperturas deslizantes, los asientos llevan un mecanismo con unas ruedas de goma que apoya en el suelo y al deslizar siempre esta en contacto con el suelo.
Al abrirlo aprovechas bastante la profundidad que desarrolla de asiento, ideal para utilizar como cama o tener los pies totalmente apoyados en el sofá, esta opción es ideal para aquellas personas que desean estar totalmente tumbados en el sofá.
Asegura la estabilidad de asiento una vez abierto al estar totalmente apoyado en el suelo.
Puedes utilizarlo como cama.
Ambos sistemas son totalmente igual de cómodos en la sentada «normal» y visualmente iguales, la diferencia principal radica en las posibilidades que nos ofrece el tipo de apertura, siendo el deslizante largo ideal para utilizar como cama o para descansar totalmente tumbado, primer motivo es la gran apertura de asiento que desarrolla, y por otro lado la resistencia al ir hasta el suelo, sin embargo el deslizante corto es ideal para aquellas estancias que queremos un sofá cómodo en un espacio limitado.